El gesto de la arquitectura
Pensar en el gesto de la arquitectura me hace darme cuenta de que no se trata solo de construir edificios, sino de crear espacios que puedan servirnos y, al mismo tiempo, transmitir algo más. La arquitectura tiene ese doble papel: ser útil y práctica, pero también expresar y comunicar.
Por un lado, está la parte funcional. Toda construcción tiene que permitirnos habitar, protegernos y hacernos la vida más fácil. Una casa, una escuela o un puente cumplen un propósito concreto y necesario. Esa utilidad es lo que nos permite vivir en comunidad y relacionarnos con nuestro entorno.
Pero al mismo tiempo, la arquitectura también expresa. Un espacio no es solo paredes o techo: puede transmitir calma, grandeza, espiritualidad o incluso identidad cultural. Como dice el texto, no existe un espacio sin interpretación, porque todo lo que construimos dice algo de nosotros.
En conclusion, el gesto de la arquitectura es esa mezcla de lo útil y lo simbólico. Es lo que nos permite habitar un lugar, pero también sentirlo y darle significado. Ahí es donde la arquitectura deja de ser solo construcción para convertirse en una experiencia humana.
Amaia N. Cantellops Rivera
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